En Alavela Yachting te damos varios consejos para que alquilar o comprar un barco no se convierta en un quebradero de cabeza y comiences a disfrutar de una experiencia única:
Al momento de elegir un barco para alquilar o comprar, cualquier persona se introduce en general en un dominio nuevo, donde se complica rápidamente las decisiones que se deben tomar. ¿Qué eslora, para cuantas personas, vela o motor, para que tipo de actividad y, obviamente, a qué precio?
La mejor forma de hacerlo suele ser consultar con profesionales de confianza. Cada uno puede encontrar en su entorno a alguien que conozca a alguien, y lo usual es que en el mundo de los barcos los profesionales obtengan clientes más por su reputación que por cualquier publicidad que coloquen en internet o en los medios de comunicación.
Cada persona es diferente, y su futuro en el mundo marino dependerá de quién es y con quién está, de su familia, de sus amigos y de su forma de vivir. Así, al encontrar este profesional, su calidad principal pasará por encontrar el producto adaptado a tus necesidades, no el más caro o el más barato ni el más grande o pequeño.
Tengo un amigo que compro un barco para salir solo a pescar, era el único momento que tenía con si mismo teniendo responsabilidades grandes que sean profesionales o familiar.
Otro compró un barco para toda su familia porque era el lugar que le permitía reunir a todos sus seres queridos al mismo tiempo, sin que el más joven o el más anciano se quejasen de tener otras cosas por hacer después de diez minutos.
La primera decisión a la hora de elegir un barco
La primera decisión que uno tiene que tomar es: ¿realmente quiero y necesito un barco? Comprar un barco no es solo una idea, supone involucrarse un proyecto donde se usa tiempo y dinero, un proyecto que tienen que asegurarse que se lo devolverá diez veces en placer, estilo de vida y pasión.
Por eso, si decides seguir adelante, empezaremos hablando del alquiler: en todas las actividades náuticas es muy interesante alquilar su equipo o su barco para ir conociendo este mundo, para ir aprendiendo acerca del material y, sobre todo, del mar. Porque no hemos hablado de eso antes, pero no lo olvides nunca, si hablamos de barco, estamos hablando siempre del mar, y la pasión que hay que tener conjuga ambas a la vez.
Uno se puede equivocar eligiendo su material, pero alquilándolo será mucho menos costoso que comprándolo. Equivocándose se aprende por uno mismo lo que le conviene o no, se coge experiencia y se da uno cuenta de sus capacidades.
De esta forma, resulta de lo más práctico alquilar un barco con patrón, para ir viendo las primeras sensaciones y preguntar al capitán que te lleva todas las cuestiones que te vengan a la cabeza, pues no hay ninguna pregunta tonta. En el mar, como en la montaña, todos hemos empezado un día y resultan dos lugares que perdonan poco los errores. Podemos fallar, pero siempre el medio natural se encargará de recordárnoslo, por lo que humildad y prudencia son las primeras calidades que deberás tener siempre, y verás que la gente del mar que se cruzan contigo en el futuro lo tienen.
Gestión de las licencias y costes de mantenimiento
La siguiente etapa será de pasar las licencias adecuadas al barco que te conviene y las distancias que quieres navegar, aunque una vez elegido basándote en tus necesidades actuales, en el futuro pueden pedirte ir a más grande y pasar licencias de categoría superior. En nuestra escuela tenemos muchos alumnos que vienen año tras año para adaptarse a sus futuros barcos y actividades.
Ya estamos listo para una primera inversión, de hecho, esta palabra no sería la más adecuada, pues un barco no es una inversión, es muy raro que uno haga dinero con él, pero sí estamos listos para nuestra primera compra.
Tenemos que tener en cuenta el coste del barco en general, no pensar solo en el precio de compra en sí, además qué mantenimiento conlleva cada tipo de barco, dependiendo de su eslora y sus características, dato que resulta también importante para el precio del atraque.
Los veleros, las motoras, los yates, etc., todos tienen su mantenimiento permanente, mensual, anual: no pienses que, por ejemplo, el mantenimiento de un velero cuesta mucho más barato que un barco a motor, pues cada velero tiene su motor también. Dependiendo de la eslora puede estar infra borda o fuera borda, como una lancha, y necesita atención: aunque hagan menos horas y a menos potencia, su mantenimiento sigue siendo una prioridad, y el resto del barco tiene mucho más equipamiento que una lancha.
Es importante saber que este coste irá bajando cuando tengas más experiencia, porque muchas cosas se pueden hacer por sí mismo, salvo en el caso de un yate o un super yate, donde generalmente solo profesionales pueden intervenir, pero estos barcos llevan tripulación preparada de todas formas.
Y si hablamos de lanchas, te aconsejamos por ejemplo un motor de 4 tiempos fuera borda, ya que son muy resistentes y más fácil de mantener.
Por otro lado, en los veleros es importante tener el barco adaptado a tus necesidades, no comprar un barco de regata con el equipamiento que conlleva para pasear en familia o con amigos.
Finalmente, tener la eslora justa al momento de empezar con el mantenimiento anual también le gustará a tu monedero.
Para tu elección final, sigue estos consejos y tómate tu tiempo para contar con un buen asesoramiento, ¡para eso estamos en Alavela Yachting!
¿Qué pasa? ¿Ya no quieres ir en barco? Que síiii, tras pasar todas estas etapas ya vendrá el resto de su vida, le podríamos contarte nuestra experiencia, pero cada uno lo vive de diferente forma. Pero si algo tenemos todos en común es esta mirada y esta sonrisa cuando salimos al mar o volvemos a puerto, eso no tiene precio ¡te esperamos!
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